Que bronca que tengo perder con este River tibio, que digo tibio, ni si quiera natural es, porque ya es tirando a frio, en su cancha jugando a defenderse con varias erradas por mala suerte pero sobre todo por la impericia de quienes tendrían que mostrar un poco de solvencia en la función que cumplen.
Cuando se habla de medidas uno tiene claro que si quiere medir distancias arrancaría digamos con el metro y sabe que lo que mida tendrá una cantidad justa de estos con sus divisiones (centímetros, milímetros) y que a menos que ocurra algo raro esta medida será invariable.
Con los líquidos y los pesos funciona el mismo principio.
Pero como se miden las ilusiones?
A priori, la llegada de varios jugadores despertaron en nosotros ilusiones que cada uno las midió digamos con un valor y acá es donde se me hace un problema, ya que ante la ida de bergesio nos faltaba un delantero y llego Alfaro creando en nosotros la esperanza de un destripador de redes nos sacaron a tula y otro tanto paso con pintos. Piro Ledesma y nos metieron un “cinco de experiencia”. Hasta el Pipi llego cubierto con la bandera de la ilusión que tapo las molestias que arrastraba y nos hizo creer que en poquito tiempo tendríamos lo mejor de el como antaño.
Y así se podría seguir con todos y cada uno, y hasta con el técnico incluido colaboradores varios.
Aquí, es donde arranca mi problema ya que el valor que le adjudique al conjunto varia, es decir se achica, de manera preocupante con el paso de los partidos. Y como con los números negativos me provoca desilusión.
Perdonen la pálida, espero los comentarios acostumbrados que seguramente me harán ver las cosas de otra manera